Y acaso ¿alguien lo pone en duda? Ha sido una de las grandes estrellas del rock y su legado musical se mantiene aún vigente. Intenso, apasionado, provocador, irreverente y con un feeling, como pocos, sobre el escenario. Así fue el líder de la conocida y recordada banda Queen.
Nacido en Zanzíbar, Tanzania, y criado en Bombay, Farookh Bulsara, se destacó desde pequeño en actividades artísticas. Era un apasionado del arte, el dibujo y de los clásicos musicales; formó parte del coro de la escuela y se apuntó a clases de piano, instrumento que más adelante tocó en The Hectics, la primera banda de rock que creó junto con cuatro compañeros.
Su pasión por el arte y el diseño se mantuvo siempre presente. Se graduó en el Ealing College of Art en Inglaterra y quizás por ello, mantuvo siempre una estética rompedora, glamorosa y hasta un poco Kitsch en su puesta en escena. Pantalones de cuero amarillo, tirantes sin camiseta, ropa de mujer, traje de cuero negro y sombrero de policía, capas, maquillaje y bigote característico, fueron algunos de sus infaltables.
Y si nos ponemos a recordar canciones, la lista ocuparía muchas líneas. De las necesarias en el playlist de Queen: Bohemian Rhapsody, I want to break free, We are the champions, The show must go on, Barcelona, We will rock you, Don’t stop me now, Radio Ga Ga, Under pressure… y contando.
Su vida desenfrenada, su talento musical y su discografía son conocidos, recordados y tarareados. Pero con seguridad, pocos conocerán su afición por la cocina; y es que era un artista en toda regla. Las costillas de cerdo a la barbacoa, los chiles con carne, la comida india picante y el champagne Moёt & Chandon eran su debilidad. Su madre Jer Bulsara, decía que lo que más le gustaba a su hijo era cocinar y que lo indispensable para él, en un buen plato, era que estuviera bien condimentado.
El gusto por las especias, los condimentos y los sabores picantes tiene su origen. Vivió toda su adolescencia en Bombay, por lo que su acercamiento a la gastronomía India fue desde muy pequeño. Sin embargo, a pesar de disfrutar entre fogones y condimentos, Freddie tenía un cocinero personal, Joe Fanelli, que satisfacía sus gustos culinarios y que lo acompañó hasta sus últimos días.
Tan importante fue para él, que estuvo a su lado hasta el último momento; de hecho, la noche antes de morir y casi como un presagio, Mercury organizó una cena íntima en su casa y el menú escogido por Fanelli incluía uno de sus platos favoritos; quizás, homenaje de despedida. La cena fue sencilla: Sopa de verduras, costillas de cerdo con salsa barbacoa y pastel de manzana de postre. Para finalizar, un brindis con vodka.
Haciendo honor a quien junto a su banda ha regalado los mejores himnos a la historia musical contemporánea y tomando como base inspiradora estas palabras de Freddie «El concepto de Queen es ser regios y majestuosos. El glamour es parte de nosotros. Queremos provocar y ser escandalosos”, pensamos en recrear una hamburguesa que despierte en el paladar la intensidad, el glamour, la excentricidad y las raíces de un cantante que no quiso ser estrella… sino una leyenda.
Este humilde homenaje queda reflejado en la hamburguesa que recuerda sabores indios y especiados y que combina carne de ternera y de cerdo, queso Raclette, Chutney de peras y nueces y un aderezo Yogu-curry. Buscamos que cada bocado evoque notas de placer y os deje saboreando una Rapsodia Bohemia.
Que la disfrutéis y no dejéis de comentarnos que canción os recuerda esta poten te hamburguesa… La intensidad de la salsa de curry y el cremoso queso los harán repetir, sin duda, un sentido ¡Mamma Mía, Mamma Mía!
Por: Lisbeth Calzadilla M.