De lo bueno poco… picante pero sabroso!

picanteLa sensación de ardor es gradual, no es inmediata. Va en aumento al tiempo que las papilas gustativas se inflaman, los ojos se tornan llorosos y la temperatura corporal se incrementa poco a poco. La intensidad no siempre es la misma, ni para todos igual, incluso, hay quienes hacen gala del sutil masoquismo y lo disfrutan como niños. Para los que aún no identificado la causa de esta escena, es ese momento en el que un suculento bocado picante hace de las suyas.

Hay diferentes variedades y la gama de intensidad es extensa, desde el ‘thai dragon’ tailandés –que os hará llorar seguro-  hasta el suave peperoncini italiano. Chile, cayena, pimientas y pimentones, jengibre, wasabi, todos pican y aportan sabor y a pesar de tener mala fama, lo cierto es que el picante tiene en su haber una buena lista de beneficios. Siempre y cuando se consuma con moderación.

Esta particularidad picante de determinados alimentos viene dada por la concentración de capsaicina, una sustancia química que al entrar en contacto con la mucosa de la boca provoca ardor o picor.

Actualmente es utilizado como condimento básicamente, pero durante muchos años fue usado para conservar los alimentos y evitar infecciones. Pero más allá de sus utilidades gastronómicas, proporcionan importantes beneficios para la salud. A grandes rasgos:

Aliviar el dolor: Según estudios publicados en el British Medical Journal la capsaicina puede ser útil como complemento de la terapia para tratar dolores crónicos.

Aumenta el flujo de sangre: Los alimentos picantes, como los chiles jalapeños, tienen la propiedad de aumentar el flujo sanguíneo, por lo que se utiliza para mejorar los problemas de circulación.

Mejora la digestión: A pesar de que sus detractores argumentan que puede provocar males estomacales, lo cierto es que el consumo de picante incrementa el proceso de digestión en el estómago, acelera los movimientos intestinales lentos y alivia el estreñimiento.

Combate la congestión: La capsaicina y el proceso químico que desencadena en la boca desbloquea las fosas nasales cuando están congestionadas y además es expectorante.

Quema calorías y suprime el apetito: Más de uno tendrá una sonrisa en los labios e incluirá picante en la lista de la compra. Pues sí, al parecer y de acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Purdue (EEUU), media cucharadita de pimienta de cayena en las comidas, puede ayudar a suprimir el apetito, estimular el metabolismo por incremento del calor corporal y en consecuencia quemar calorías.

Beneficios muchos, pero como ya se ha dicho, de lo bueno poco. El picante en exceso puede ser contraproducente y desarrollar afecciones estomacales como gastritis o acidez.

Como somos adoradores del sabor, el gusto y la intensidad, no podíamos dejar fuera de la carta al picante. Tras algunos ensayos consideramos que la mejor manera de incorporarlo a la hamburguesa era a través de un chutney de tomate, la combinación está de vicio y hemos querido compartirla con vosotras.

Aquí nuestra versión picante del chutney de tomate… y no, no es la del Chef Peña, el concursante de Master Chef que ha coronado con esta salsa, una conocida hamburguesa comercial.

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Por: Lisbeth Calzadilla Meré

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